‘QU’ILS MANGENT DE LA BRIOCHE’
No hay evidencia de que la reina francesa María Antonieta haya dicho alguna vez: “Déjalos comer pastel.” Y según la mayoría de las fuentes, la frase authentic mal atribuida menciona brioche en lugar de pastel. Pero quién está contando calorías; ya sea pastel o brioche (o pan de mandioca como en Cuba), la frase ha sobrevivido como un modismo para una persona o grupo privilegiado que alberga actitudes condescendientes y antipáticas hacia los pobres.
Frente a la miseria generalizada de Cuba, el presidente Miguel Díaz-Canel y la élite gobernante comunista están exhibiendo una postura de déjalos comer lo que puedan encontrar. Sin duda, están muy bien alimentados, a juzgar por las imágenes y movies que circulan en Twitter y otras redes sociales, comenzando por el primer ministro Manuel Marrero Cruz. Este septiembre, mientras decenas de miles de cubanos de a pie se acostaban con hambre, el corpulento funcionario presidía con orgullo la XII edición del competition internacional Varadero Gourmand. Puedes escuchar su discurso en YouTube: “¿Qué es lo que mejor hacemos? Nuestra cocina criolla”; “comer chicharrón, tamales, congrí, frijoles, todas esas cosas que nos caracterizan”. No puedo garantizar su autenticidad, pero está circulando un video de Twitter de una fiesta donde supuesta “familia y amigos” aparecen bailando mientras un chancho de aspecto delicioso se asa al fondo.
También circulan decenas de fotografías y movies con imágenes de los desmanes de los caciques lumpen —para tomar prestado un término marxista— de Cuba; un deuxieme etat tropical: profusamente enjoyado, vestido con ropa de diseñador, alimentado por connoisseur, con chofer de limusina y con techo de mansión. Otras subidas a los medios denuncian abusos cometidos por represores (esbirros), chivatos y algunos líderes del Comité de Defensa de la Revolución. El Estado cubano ha respondido con una nueva ley, a partir del 1 de diciembre de 2022, que sanciona con hasta ocho años de prisión el acto de subir ofensas contra líderes comunistas y el “proceso revolucionario”.
VUELO
Como en disaster anteriores, los cubanos están huyendo de su patria en gran número. Los intentos de los cubanos de escapar y buscar asilo en los Estados Unidos se han disparado desde 2021, rompiendo todos los récords anteriores. Entre octubre de 2021 y septiembre de este año, la Guardia Costera de EE. UU. interceptó 6.000 en el mar. Otros 38,000 (año fiscal 2021) y un estimado de 150,000 (año fiscal 2022) han sido detenidos al intentar cruzar la frontera entre México y Estados Unidos. Este año, el gobierno cubano dejó de aceptar deportados cubanos de Estados Unidos.
DESAFÍOS DOMÉSTICOS ANTERIORMENTE IMAGINABLES
Una nueva ola de protestas cubanas, más grande, más extendida y más militante y violenta que nunca, comenzó a crecer este agosto, provocada por (y al amparo de) prolongados apagones diarios agravados por la explosión de ocho grandes tanques de petróleo en la provincia. de Matanzas y daños en la pink eléctrica causados por huracanes en septiembre. Para el 12 de octubre, se habían contabilizado un complete de 92 protestas. Uno de los más grandes tuvo lugar en Nuevitas, provincia de Camagüey, en las noches del 19 y 20 de agosto, cuando miles de personas salieron a las calles golpeando cacerolas, coreando consignas antigubernamentales y apedreando vehículos de unidades especiales de la policía. Las fuerzas gubernamentales reprimieron brutalmente a los manifestantes, golpeando a decenas y arrestando a 40, incluida Beatriz Aracelia Rodríguez Frejioo, de 11 años, quien había sido golpeada por un policía y fue detenida e interrogada durante 12 horas. ¿Qué clase de revolución es esta?
Otro aspecto sin precedentes de esta ola de protestas es el recurso al incendio provocado y al sabotaje, nuevamente al amparo de la oscuridad. Desde agosto, los manifestantes han gritado “¡Candela! ¡Candela! (¡Fuego fuego!).
Entre los objetivos de presuntos incendios captados en video se encuentran un establecimiento de comida rápida en Holguín; un tenting en Las Tunas; una gran choza con techo de paja en Boyeros; equipo agrícola en Niquero; y llantas de camiones y contenedores de basura en diferentes localidades.
De todos los cánticos de protesta, el más resonante y significativo es, “¡No tenemos miedo!” (No tenemos miedo.) De hecho, los cubanos están desafiando al Estado de maneras antes impensables: levantando barricadas en calles y caminos, volcando vehículos policiales e insultando a funcionarios y miembros de la policía en sus caras.
¿SE PUEDE VOLVER A PONER EL GENIO EN LA BOTELLA?
En 1989, cuando el mundo comunista comenzaba a desintegrarse, yo creía que la caída del régimen de Castro estaba a la vuelta de la esquina. Recuerdo una conversación con un pariente cubano que estaba de visita en Estados Unidos. “Creo que el régimen colapsará dentro de un año”, Le dije. Su respuesta me tomó por sorpresa. Seen y audiblemente enojada, ella replicó: “¡No! ¡No digas eso! No podemos soportar un año más de esto”. Pasó un año; pasó una década; Han pasado 33 años y los cubanos aún sufren el régimen dictatorial comunista.
Aprendí la lección y nunca más me aventuré en pronósticos de ese tipo, ni siquiera en conversaciones casuales.
Pero diré esto: la situación económica de Cuba no mejorará; los cubanos seguirán viviendo en la miseria; muchos han perdido el miedo y seguirán protestando.