Los obispos de Cuba están destacando dos eventos: los 25 años de la declaración de la Navidad como feriado público y de la visita de Juan Pablo II, para garantizar que los católicos celebren esta Navidad con esperanza, entusiasmo, verdad y perdón.
24 de diciembre de 2022
El presidente de Cuba, Fidel Castro, le da la mano a Juan Pablo II, cuando el Papa visitó La Habana, el 21 de enero de 1998. (Foto de LCI/Agencia de Noticias Yonhap)
Por Iván Fernández
Los obispos de Cuba están destacando dos eventos: los 25 años de la declaración de la Navidad como feriado público y de la visita de Juan Pablo II, para garantizar que los católicos celebren esta Navidad con esperanza, entusiasmo, verdad y perdón.
“La Navidad es siempre un acontecimiento nuevo porque nuestra situación private, eclesial y social está cambiando y, por eso, desde esta nueva perspectiva, acogemos al Niño Jesús, que viene a compartir nuestra vida, a caminar con nosotros y a enseñarnos a vivir como hermanos. En esta ocasión se cumplirán 25 años desde que las autoridades cubanas declararon la Navidad como fiesta nacional, lo que permite a las personas compartir esta festividad con sus familias y participar de las celebraciones en sus respectivas comunidades”, escribieron los obispos en su mensaje de preparación a la Navidad. 2022.
Los obispos señalaron que la visita de Juan Pablo II fue “un acontecimiento que marcó la historia y fue una bendición para nuestro pueblo”, que ocurrió justo después de Navidad, en enero. A partir del 24 de enero, se realizarán festividades en cada diócesis para conmemorar esta “visita inolvidable” y “para presentar las enseñanzas transmitidas por el difunto Papa durante las cuatro celebraciones eucarísticas y otras reuniones presididas por él”, dijeron los obispos. Juan Pablo II visitó Cuba del 21 al 26 de enero de 1998, convirtiéndose en el primer Papa en visitar el país.
“Donde hay miedo, desconfianza, rutina, mentira y odio, que Cristo lleve valor, esperanza, entusiasmo, verdad y perdón. La Iglesia crece en la medida en que cada uno de nosotros es capaz de asumir la misión que Jesús nos encomendó, con verdadero entusiasmo y compromiso”, escribieron los obispos en su mensaje de Navidad.
“Estemos más atentos, aprendamos a mirar y a escuchar, a reconocer los signos que Dios nos pone cada día ante nosotros, a través de los cuales nos guía, nos anima o nos advierte de los peligros, pero sobre todo, a descubrir cómo Dios se manifiesta en la realidad, tejiendo nuestra historia con una cercanía y un respeto sorprendentes, ayudándonos a poner lo mejor de nosotros mismos al servicio de todos”, dijeron los obispos, dirigiéndose específicamente a las familias que viven la emigración.
Su mensaje subraya también la necesidad de “reanimar la alegría y la esperanza en medio de tanta oscuridad y desánimo”, y añade que la fiesta de Navidad, “si nos llena de alegría por la presencia del recién nacido, también nos compromete en la vida de nuestros hermanos y hermanas, en la historia de la Iglesia y de nuestro país”.
Los obispos también alientan a los católicos a celebrar la Navidad acogiendo la luz de Jesús y a aceptar el llamado “a ser luz para nuestros hermanos y hermanas que necesitan signos de esperanza que los fortalezcan para continuar en el camino de la vida”. Según enseña Jesús, nadie puede sobrevivir sin una comunidad solidaria donde todos trabajen juntos para mirar hacia el futuro, dijeron. “Los sueños se construyen juntos. Volvemos a soñar con construir una patria de hermanos, donde todos puedan vivir dignamente, donde nos escuchemos y dialogemos para discernir el futuro, donde luchemos por el bien de todos, especialmente de aquellos que han sido marginados por varias razones”, dijeron los obispos.
“La conmemoración del 25 aniversario de la visita de Juan Pablo II a Cuba es una buena oportunidad para dar gracias a Dios, y a la vida y misión del pueblo de Dios en el marco del camino sinodal que ya se ha iniciado en todas las diócesis, ” dijeron los obispos.–LCI (https://worldwide.la-croix.com/)