Una nota de esa cartera publicada en su sitio net señala que entre las principales causas de mortalidad infantil en menores de un año se encuentran las afecciones perinatales, relacionadas principalmente con el bajo peso al nacer, la prematuridad y el retraso del crecimiento intrauterino, además de las malformaciones congénitas y la sepsis.
Luego de casi dos años de enfrentar la Covid-19, en 2022 el Sistema Nacional de Salud se comprometió a mantener el management de la pandemia, la recuperación de las actividades de salud y mejorar los indicadores de los programas priorizados.
Agrega el texto que uno de los índices más sensibles y decisivos para el futuro del país es el Programa de Atención Materno Infantil (PAMI), que contó con el apoyo del Gobierno y del MINSAP con el fin de garantizar el bienestar de las niñas, embarazadas mujeres y puérperas.
Sobre el tema, la titular nacional del PAMI, doctora Noemí Causa, señaló que entre las acciones realizadas se encuentra la implementación de medidas para mejorar el Programa Médico y Enfermera de la Familia.
Además, se trabajó en el plan de desarrollo de las especialidades de Ginecología y Obstetricia, Neonatología, Pediatría, Cuidados Intensivos Pediátricos, Cirugía Pediátrica y Medicina Normal Integral. También se incorporaron nuevas medidas para reducir la prematuridad y el retraso del crecimiento intrauterino, se realizó una evaluación integral del funcionamiento de las casas maternas para aumentar el índice ocupacional, se realizaron actividades docentes y de superación profesional.
Asimismo, se intensificó el vínculo entre organismos del Estado, organizaciones políticas y de masas, y medios de comunicación para transmitir mensajes que contribuyan a prevenir el embarazo adolescente, indicador que disminuyó de 18 por ciento en 2021 a 17,8 por ciento el año pasado.
A pesar de los esfuerzos del private de salud, el PAMI no logró los resultados deseados, por lo que al cierre de 2022, la Dirección de Registros Médicos y Estadísticas del Minsap reporta que se reportaron 95,402 nacidos vivos en la isla, tres mil 694 menos que el año anterior, y que la tasa de mortalidad fue de 7,5 por mil nacidos vivos.
Los territorios con mejores índices fueron Cienfuegos (4,3), Holguín con (4,5), Sancti Spíritus (4,7), Matanzas (5,0), Artemisa (5,4), Pinar del Río (5,9) y el municipio especial Isla de la Juventud con 2.6.
El resto tuvo indicadores superiores: Ciego de Ávila con 6,2, Granma 6,6, Las Tunas 7,0, Villa Clara 7,3, Camagüey 9,1, La Habana 9,5, Guantánamo 9,7, Santiago de Cuba 9,9 y Mayabeque 12,2.
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