El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, encabezó la marcha, junto a otros altos dirigentes del Partido Comunista de Cuba y del Gobierno.
La tradicional marcha terminó arrojando flores al mar, en recuerdo de uno de los más respetados jefes de la guerrilla comandada por Fidel Castro, desaparecido hace 63 años al caer al mar la aeronave en la que viajaba desde el oriente cubano.
Su simpatía private, carácter jovial, lealtad y coraje inquebrantables, así como su capacidad de vinculación con las masas, le granjearon el cariño widespread y, desde el primer momento de la lucha revolucionaria, la confianza de Fidel Castro y del guerrillero argentino Ernesto Che. Guevara, con quien tuvo una estrecha amistad.
Camilo fue el jefe designado por Fidel Castro para conjurar la traición de Huber Matos en la oriental provincia de Camagüey, sin disparar un solo tiro, y así evitar el enfrentamiento widespread contra el traidor, atrincherado en el cuartel Agramonte de esa ciudad.
La conspiración fue derrotada sin lucha y Matos fue arrestado gracias al respeto de los soldados a la autoridad de Camilo.
En una alocución sobre esos hechos, el también conocido como el Héroe de Yaguajay, y Señor de la Vanguardia, entre otros epítetos, expresó: ‘Porque el pueblo de Cuba sabe que por cada traidor que salga, se harán nuevas leyes revolucionarias en favor del pueblo…’.
‘Porque el pueblo cubano sabe que por cada traidor que surja, habrá mil soldados rebeldes dispuestos a morir defendiendo la libertad y la soberanía que este pueblo conquistó’.
Sobre el héroe revolucionario Fidel Castro dijo: Hombres como Camilo Cienfuegos surgieron del pueblo y vivieron para el pueblo. Nuestra única compensación por la pérdida de un compañero tan cercano a nosotros es saber que el pueblo de Cuba produce hombres como él. Camilo vive y vivirá en el pueblo.
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