En Cuba, las filas de flamable se llenan por cuadras y los conductores enojados esperan varios días o incluso más para llenar sus autos.
Según los expertos, la dramática escasez de flamable diesel es el resultado de un “efecto dominó”, ya que las autoridades se vieron obligadas a desviar flamable del sector del transporte para hacer funcionar las centrales eléctricas.
Dany Pérez lleva cuatro días en una cola de autos esperando repostar su camión con diésel para recorrer los 900 kilómetros que lo separan de su casa en la provincia de Santiago de Cuba.
Conduce su camioneta, una Chevrolet verde de los años 50 -adaptada para transportar unos 40 pasajeros- entre el este de Santiago y La Habana para ganarse la vida.
A lo largo de los cuatro días que ha estado en la fila, Pérez ha tenido que comer y dormir en su vehículo.
En la madrugada del jueves, al menos 200 autos, camiones y camionetas hacían cola en la estación de servicio de la colonia Guanabacoa.
Los choferes se organizaron elaborando listas y actualizando su presencia en ellas cada día a medida que llegaban los camiones cisterna y avanzaba la línea.
Los que viven en La Habana pueden seguir su progreso en la línea desde casa a través de grupos de Whatsapp que arman sus propios colegas.
“Llevo 15 días esperando para repostar (diésel) mi camioneta, y no puedo repostar porque todas las colas en las gasolineras tienen una lista, y en cada lista la gente tiene 4 o 5 carros apuntados, y tú hay que esperar”, dijo Juan López, un camionero estatal de 54 años agotado de esperar.
El gobierno no ha hecho comentarios oficiales sobre la escasez de diesel en las estaciones.
Jorge Piñón, director del Programa de Energía y Medio Ambiente para América Latina y el Caribe de la Universidad de Texas, explicó cuál fue la causa del desabastecimiento.
“El colapso de las termoeléctricas ha provocado un aumento en la demanda de generadores de energía diesel. Venezuela no ha estado enviando a Cuba la cantidad de diesel que Cuba necesita. Por lo tanto, Cuba ha tenido que tomar parte de la oferta dedicada al sector transporte para abastecer a los generadores de energía diesel”, dijo Piñón.
Cuba cuenta con 13 centrales termoeléctricas, de las cuales ocho tienen más de 30 años de servicio, y cinco son modernas plantas flotantes alquiladas a Turquía desde 2019 para evitar que la situación empeore.
Cuando estas enormes centrales termoeléctricas -que generan la mitad de la energía que necesita el país se abastecen con crudo pesado de baja calidad extraído de la propia isla- fallan -como suele ocurrir- los directivos del sector deben acudir a grupos electrógenos diésel distribuidos por todo el país. el país para compensar la falta y evitar apagones.
La mitad del diésel requerido en Cuba se obtuvo de Venezuela, con quien tiene un convenio especial, y que también atraviesa una difícil situación.
Según los expertos, y como también reconoció el presidente Díaz-Canel, el problema está lejos de resolverse pues requiere una radical recapitalización y modernización de las vulnerables termoeléctricas, algo impensable en el precise contexto de disaster.
En las últimas semanas, los cubanos también han estado viviendo importantes apagones, que tanta tensión generaron en la población.
El año pasado estos cortes de luz fueron una de las causas de la revuelta widespread del 11 de julio cuando miles salieron a protestar en La Habana y otras ciudades.
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