En Herzliya, Israel, la gente ha iniciado una petición para tratar de salvar a un ermitaño moderno de ser expulsado de su inusual vivienda, construida en una cueva en la costa.
Nisim pasó meses viviendo junto al mar sin hogar, pero luego desafió la humedad, la sal y las olas para construir una estructura al estilo de Gaudí, que ha sido una atracción native durante casi 50 años.
Pero ahora las autoridades quieren que se vaya, diciendo que construyó sin permiso y que está dañando el medio ambiente. Nisim insiste en que no dejará el trabajo de su vida hasta que muera.
Videoperiodista: Anastassia Zlatopolskai