
Un grupo de 35 estudiantes de medicina que estudian en Cuba no serán reincorporados a la SANDF tras no asistir a clases.
FOTO: Sharon Seretlo/Gallo Imágenes
- Un grupo de 35 estudiantes de medicina que estudian en Cuba no será reincorporado a la Fuerza de Defensa Nacional de Sudáfrica, dictaminó la Corte Suprema de Apelaciones.
- Fueron despedidos luego de que dejaran de asistir a clases en Cuba.
- Afirmaron que la escuela no estaba registrada.
La Corte Suprema de Apelaciones ha dictaminado que la Fuerza de Defensa Nacional de Sudáfrica (SANDF) actuó correctamente al despedir a 35 estudiantes de medicina que dejaron de asistir a clases en Cuba.
Los estudiantes se negaron a asistir a clases en su escuela de medicina entre el 11 de febrero y el 20 de marzo de 2019 porque afirmaron que la institución no estaba registrada. Desafiaron una orden de su oficial al mando.
La SANDF los acusó de amotinamiento y los dio de baja del ejército en marzo de 2019.
De acuerdo con las normas de la SANDF, se considera despedido a un oficial que ha estado ausente de sus funciones oficiales durante más de 30 días sin el permiso de su oficial al mando.
Los estudiantes llevaron su despido al Tribunal Superior, que dictaminó que debían ser reintegrados y tenían derecho a una audiencia.
Sin embargo, la SANDF apeló.
Mientras tanto, los estudiantes ganaron un caso para hacer cumplir la orden judicial mientras esperaban la decisión de la apelación.
La SANDF entonces lanzó una solicitud urgente de una orden que impide su reintegro.
Al conocer el caso, la Corte Suprema de Apelaciones (SCA) acordó que el comportamiento de los estudiantes period comparable a un motín.
El grupo asistió a la Universidad Ciencias Médicas (Universidad de Ciencias Médicas, Ucimed) en La Habana, Cuba. La universidad cuenta con dos campus satélites: Ciencia Médicas Facultad 2 Santiago de Cuba y la Escuela Interarmas Normal José Maceo.
Cuando el grupo inició sus estudios en la Ucimed en 2017, estaban matriculados en la Escuela Inter Arms.
El 3 de abril de 2018, expresaron su preocupación ante el Cirujano Normal de la SANDF de que la Escuela Inter Arms no estaba acreditada para ofrecer medicina, que no lo había hecho antes y que la calidad de la educación no period satisfactoria.
También dijeron que no había constancia de inscripción para los estudiantes de primer año en el campus de Ucimed en Santiago, que period necesaria para registrarse como estudiantes de medicina en el Consejo de Profesiones de la Salud de Sudáfrica (HPCSA).
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El tribunal consideró que su afirmación de que la escuela no estaba registrada period “pura especulación”.
Los estudiantes emprendieron una acción de protesta y se negaron a asistir a clases. Nueve de ellos formaban parte de la cohorte de 2018 y habrían completado sus estudios de idiomas recién en 2019, luego de lo cual habrían comenzado a estudiar medicina.
“Después de completar sus cursos de español y pre-medicina, los recurrentes regresaron a casa para su descanso anual en julio de 2018. Antes de regresar a Cuba en agosto de 2018 para comenzar sus estudios de medicina en la Escuela Interarms, cada uno de los recurrentes llegó a un acuerdo sobre un oportunidad de aprendizaje en el extranjero con el gobierno nacional, representado por el Departamento de Defensa”, decía la sentencia del juez Ashton Schippers.
El juez dictaminó:
Se les explicó el acuerdo y se les informó que podían retirarse del programa si no aceptaban los términos y consecuencias esenciales del acuerdo.
En el acuerdo, también se comprometían a asistir a todas las sesiones de formación. Una vez firmados los contratos, la SANDF pagó sus sueldos, beneficios de servicio, estipendios y estudios en su totalidad, por adelantado.
Boicotear
A pesar de que se pagó en su totalidad, los estudiantes todavía boicotearon las clases.
Solo cuatro integrantes del grupo de 2017 cumplieron con las órdenes de regresar a clases.
Los documentos judiciales dicen:
Los recurrentes se habían ausentado de clases sin hacer referencia a su paradero. Se negaron a participar en actividades y crearon desorden. Presionaron a los cadetes de segundo año (el grupo de 2016) y a cuatro alumnos del grupo de 2017 para que no asistieran a clases. Ensuciaron los baños y dejaron los grifos abiertos, con el resultado de que el dormitorio se quedó sin agua y otros cadetes no pudieron ducharse.
A pesar de los numerosos intentos de SANDF para que regresaran a clase, los estudiantes se negaron.
El 18 de febrero de 2019, el Cirujano Normal les entregó una carta en la que les informaba que tenía la intención de solicitar al jefe de la SANDF su destitución administrativa por motín.
Se les indicó que proporcionaran presentaciones por escrito sobre por qué no deberían ser dados de alta, pero se negaron.
Escribieron cartas individualmente al Cirujano Normal, solicitando ser registrados en una institución, preferiblemente en Sudáfrica, que cumpliera con los estándares de la HPCSA. Unas semanas después, fueron despedidos y se les pidió que abandonaran Cuba.
“Por lo tanto, el Tribunal Superior se equivocó al sostener que si se produjera un despido… antes de que se convocara una junta de investigación y se registraran sus conclusiones, esto privaría a la… investigación de cualquier propósito significativo. Lo contrario es cierto: … el SANDF, como una fuerza militar disciplinada, será despojada de su eficacia si se interpreta como un primer paso en el procedimiento de una junta de investigación”, dijo Schippers.