Rasool no especificó cuántos murieron, pero agregó que el primer ministro iraquí, Mohammed Shia al-Sudani, había sido informado sobre el ataque. Se estaba llevando a cabo una investigación.
El miércoles, tres soldados iraquíes murieron al explotar una bomba durante una operación de seguridad en el distrito de Tarmiyah, al norte de Bagdad. Entre los muertos se encontraba el comandante de la 59 Brigada de Infantería.
Nadie se atribuyó la responsabilidad de ese ataque tampoco, pero los remanentes del grupo militante Estado Islámico están activos en el área y han reclamado ataques similares en Irak en el pasado.
ISIS fue derrotado y perdió todo el territorio que una vez controló en Siria e Irak, y su último bastión en Siria cayó ante la campaña respaldada por Estados Unidos en 2019. Sin embargo, las células durmientes permanecen y han llevado a cabo ataques que han matado a decenas de iraquíes y sirios.
En Irak, los militantes han explotado con éxito las brechas de seguridad en una porción de territorio en el norte debido a una disputa en curso entre Bagdad e Irbil, la capital de la región semiautónoma de Irak dirigida por los kurdos.
Las áreas rurales de las provincias de Kirkuk, Diyala, Ninevah y Salahaddin en explicit han sido difíciles de vigilar, con las fuerzas de seguridad iraquíes dispersas y los militantes del Estado Islámico aterrorizando rutinariamente a los residentes locales. En ocasiones, han logrado invadir pueblos de la noche a la mañana debido a las brechas de seguridad.