La primera lluvia recogida en Matanzas, Cuba, después de que se produjera un incendio en la base de superpetroleros en la zona industrial de las ciudades y ardiera durante días, estaba llena de aceite negro.
La misma tormenta severa que había matado a tres personas cerca de la Casa Blanca en Washington, DC el 4 de agosto, produjo un rayo que golpeó un tanque de almacenamiento de flamable el viernes 5 de agosto en Matanzas. El incendio resultante se extendió y, para el lunes 8 de agosto, había consumido cuatro tanques de petróleo y provocado enormes explosiones. Se enviaron bomberos locales y muchos jóvenes reclutas militares para combatir las llamas; cuando se vieron abrumados, México y Venezuela enviaron refuerzos de bomberos.
Tres congresistas estadounidenses pidieron a la administración Biden que también envíe ayuda para combatir el incendio: “Estamos profundamente preocupados por el desastre humanitario que se desarrolla en Matanzas, Cuba, a menos de 150 millas de nuestra frontera. Disaster como esta exigen una respuesta urgente y significativa de los países vecinos”, dijo Barbara Lee (D-CA), Gregory W. Meeks (D-NY) y James P. McGovern (D-MA) en una declaración del 10 de agosto. “Tememos que los importantes esfuerzos de recuperación que se necesitan en Matanzas lleven a una Cuba ya escasa de recursos al borde del abismo. Ahora es el momento de dejar de lado la política y priorizar el compromiso humanitario, la protección ambiental y la cooperación regional”.
Humo negro y denso flotaba durante días
Se le llama el incendio de petróleo más grande en la historia de Cuba: y ahora que las llamas están apagadas, los ciudadanos de Matanzas tienen que enfrentar los problemas de salud que enfrentarán después.
“El viento sopló del noroeste a las provincias de Mayabeque y La Habana”, dijo un residente native (el residente no quiso que se usara su nombre). “Todas las familias que vivían en el lado occidental de la catástrofe fueron evacuadas. Se les dijo a las personas que no deberían salir innecesariamente y que las casas deberían permanecer cerradas permanentemente”.
Matanzas se encuentra en el centro-oeste de Cuba, a solo 60 millas al este de La Habana. Es una ciudad conocida por su rica cultura afrocubana, aquí es donde se crearon el danzón, el mambo y la rumba, y como una ciudad donde las religiones y tradiciones de origen africano siguen siendo prominentes. Hoy, un se estima que el 23% de la población de la ciudad es afrocubana. Por albergar un puerto con una bahía profunda, Matanzas es también donde la nación cubana recibe sus importaciones de crudo pesado y gas oil. El petróleo se recibe y almacena en Matanzas y se utiliza para producir electricidad en toda la isla.
María Magdalena Campo Pons, nacida en Matanzas, una artista de renombre mundial que se desempeña como profesora de bellas artes en la Universidad de Vanderbilt de EE. UU., dijo a la AmNews ella está devastada por los incendios en su ciudad natal. “Parte de mi familia todavía está en Matanzas, entonces tengo conexiones y contactos muy fuertes y comunicación diaria con la gente de allá”. Matanzas fue el centro de Cuba de la pandemia de COVID-19 y desde entonces ha estado plagado de una epidemia de dengue. “Entonces, con esta explosión ocurriendo, y no hay medicamentos en Cuba: no hay antibióticos, no hay analgésicos, no hay electrolitos, necesitaba enviar ayuda”.
utilizando el Motor por el Arte, la Democracia y la Justicia La organización que fundó, Campo Pons está incentivando la donación de suministros humanitarios que serán enviados directamente a las personas que los necesitan en Matanzas. “No es que estemos enviando un paquete y dándoselo al gobierno para que luego haga lo que quiera con él, no, no, no, no. Esto lo estamos haciendo de pueblo a pueblo, mano a mano con quien lo necesita”, aseguró Campo Pons: “Estamos tomando las donaciones y tendremos un recuento de las donaciones y no vamos contra el embargo ; no vamos detrás de la puerta, solo estamos haciendo nuestro trabajo: el arte como arte curativo. Es para mí un llamado ethical, ético. Me considero una artista y una curandera, una sanadora. Mi abuela period curandera, y estoy aquí en el tiempo que me es dado para hacer el bien a cualquiera en cualquier lugar y en cualquier momento que pueda”.
Respondiendo a una catástrofe
“La verdad es que todo el mundo está muy tranquilo”, apunta Amor Díaz-Campos. “Hay mucho enojo por los jóvenes bomberos que murieron, hay una petición para terminar con el servicio militar obligatorio en Cuba. Enviar a esos jóvenes sin experiencia a enfrentar una catástrofe sin precedentes en este país es considerado como el único gran error de las autoridades ante este desastre”, dijo. Según el último recuento, 2 personas murieron en el incendio del superpetrolero, 132 resultaron heridas y 19 fueron hospitalizadas.
Díaz-Campos dijo que los residentes de la ciudad, como la mayoría de los cubanos, están acostumbrados a prepararse para situaciones de emergencia y, aunque los suministros médicos no están disponibles, la mayoría de la gente está encontrando formas de lidiar con la situación. “Recaudamos dinero para comprar insumos médicos en Miami y enviarlos a Matanzas para los heridos”, explicó. “Lamentablemente tenemos una situación crítica con el dengue aquí y los hospitales no estaban preparados para otra disaster inesperada como este incendio. Les faltan vendajes y medicinas. Lo que se pudo comprar llegará en las próximas 48 horas”.
Otro residente de Matanzas comentó: “Escuchamos sobre lluvias ácidas en explicit para quienes viven en el área expuesta cerca del humo negro. Gente [were told they] debe evitarlo y [avoid] el consumo de agua. Las familias deben hervir el agua. Las máscaras eran obligatorias, pero la gente de la ciudad no se lo tomó en serio. Esa es mi percepción private del peligro desde la única vez que fui al centro de la ciudad”.
María Magdalena Campo Pons espera que las donaciones entregadas a los residentes a través de su EADJ les recuerden a los residentes de Matanzas que los demás quieren lo mejor para ellos. “Los artistas allí, que es mi comunidad, han estado compartiendo conmigo y dijeron que la población, nadie se queja, pero la gente está increíblemente triste”, reveló Campo Pons. “Están tratando de, ya sabes, unirse y tratar de encontrar una manera de responder a esta catástrofe”.
Las donaciones de Matanzas se pueden enviar a Anaïs (Nisi) Daly, gerente de programas de EADJ, en 1204 twenty fifth Ave. South, Suite 240, Nashville, TN 37240. Las donaciones monetarias se pueden enviar a Daly en cashapp $NisiDaly, Venmo @Anais-Daly o en PayPal en anais.j.daly@gmail.com.