La agencia de espionaje israelí compartió ‘materiales de inteligencia confidenciales’ con agencias estadounidenses en un intento por aumentar el acuerdo.
El jefe del Mossad, David Barnea, advirtió a sus homólogos estadounidenses que no se unieran a un acuerdo nuclear restaurado con Irán, reveló Israel el jueves, después de que el jefe de espionaje regresara de Washington. Durante su viaje, se reunió con los jefes de la CIA, el FBI, el Consejo de Seguridad Nacional, el Pentágono y el Estado Mayor Conjunto, así como con altos funcionarios del Departamento de Estado.
Barnea mostró a los jefes de inteligencia “materiales de inteligencia sensiblesy aclaró que “Israel no podrá quedarse de brazos cruzados mientras Irán sigue engañando al mundo”, según un comunicado de la oficina del primer ministro israelí. Los estadounidenses le aseguraron que los EE. UU. permanecían “comprometidos con la seguridad del Estado de Israel,” sin embargo.
“Los estadounidenses enfatizaron que no permitirán que Irán obtenga un arma nuclear y que continuarán actuando en plena cooperación con el Estado de Israel con respecto a los asuntos regionales en el Medio Oriente relacionados con la seguridad del Estado de Israel.”, continuó el comunicado.
Si bien el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, confirmó la reunión con Barnea, se negó a proporcionar detalles y simplemente afirmó que la pareja había discutido “una gama de problemas globales y regionales” y alegando que la reunión se había fijado para algún tiempo. Los funcionarios israelíes han estado pasando más tiempo con sus homólogos estadounidenses y europeos, tratando de evitar el acuerdo revivido.
Los líderes israelíes han afirmado durante más de dos décadas que Irán está a meses de desarrollar una bomba nuclear, aunque Teherán insiste en que sus intenciones son pacíficas. Se suponía que el acuerdo nuclear authentic, firmado en 2015 por EE. uranio muy por debajo del nivel necesario para construir una bomba atómica. Estados Unidos se retiró bajo el entonces presidente Donald Trump en 2018, declarando que el tratado period fundamentalmente defectuoso y aplicando más sanciones a Teherán.
Un borrador del nuevo acuerdo filtrado el mes pasado muestra un proceso de cuatro etapas que comienza con el levantamiento inmediato de las sanciones a 17 bancos iraníes y otras 150 entidades económicas. Irán también comenzaría inmediatamente a reducir sus actividades nucleares, que aumentó más allá de los niveles permitidos por el acuerdo de 2015 cuando ninguna de las otras partes cumplió con sus términos.