Mediante mi investigación Como psicóloga infantil, descubrí que la perseverancia es la habilidad social número 1 que distingue a los niños que están muy motivados de los que se dan por vencidos fácilmente. En realidad, estudios han apoyado que es un predictor más fuerte de éxito que el coeficiente intelectual.
Los niños que tienen perseverancia no se dan por vencidos ante los contratiempos. Creen que sus esfuerzos valdrán la pena, por lo que se mantienen motivados para trabajar duro y terminar lo que comenzaron, a pesar de las barreras que surjan.
Aquí hay nueve formas en que los padres pueden ayudar a los niños a desarrollar la perseverancia:
1. Combata los factores que desalientan a los niños.
El primer paso es luchar contra los cuatro factores que descarrilan la perseverancia. Me gusta usar el acrónimo “FAIL” como un recordatorio útil:
- Fatiga: Proteja la de su hijo habilidades de concentración al apegarse a las rutinas regulares de sueño. Apague los dispositivos una hora antes de acostarse y mantenga las pantallas fuera del dormitorio por la noche.
- Ansiedad: La presión por tener éxito puede causar sentimientos abrumadores. Exprésele a su hijo que su amor no depende de su éxito.
- Identidad basada únicamente en logros rápidos: inculcar un mentalidad de crecimiento para que su hijo entienda que el éxito no es fijo. Elógielos por sus esfuerzos, no por sus resultados.
- Expectativas de aprendizaje que no coinciden con las habilidades: Establecer Expectativas ligeramente por encima del nivel de habilidad de su hijo. Las expectativas que son demasiado altas pueden causar ansiedad, mientras que las que son demasiado bajas pueden llevar al aburrimiento.
2. Enseñar que los errores son oportunidades de crecimiento.
Recuérdeles a sus hijos que los errores pueden ser algo positivo, incluso si una situación no resulta como esperaban. Acepta sus errores y diles: “No pasa nada por equivocarse. Lo que importa es que lo intentaste”.
Admite tus propios errores también. Esto les ayudará a reconocer que todos cometemos errores y que el éxito ocurre cuando no dejas que los contratiempos te definan.
3. Tareas de “fragmentos”.
Enseñar a sus hijos a dividir las tareas grandes en partes más pequeñas y manejables los ayudará a sentirse más seguros para completar las cosas con el tiempo.
Si se sienten frustrados con una hoja de trabajo de matemáticas, por ejemplo, pídales que tomen una hoja de papel separada y cubran todos los problemas de matemáticas excepto la fila superior. Luego continúe bajando el papel hasta la siguiente fila a medida que terminen cada uno.
O, si se sienten abrumados por la gran cantidad de tarea que tienen, pueden escribir cada tarea en una nota adhesiva, apilarlas por dificultad y hacer una tarea a la vez.
4. Celebra las pequeñas victorias.
El fracaso repetido puede destruir la perseverancia, pero el éxito más pequeño puede alentar a un niño a seguir adelante, así que ayúdelo a identificar sus pequeñas victorias.
Por ejemplo: “La última vez, escribiste seis palabras correctamente. ¡Hoy obtuviste ocho! Eso es una ganancia. ¡Estás mejorando gracias a tu arduo trabajo!”.
5. Estire su enfoque.
Si su hijo quiere renunciar a una tarea, coloque un cronómetro en su escritorio y configúrelo durante un período de tiempo adecuado, adaptado a su capacidad de atención.
Explíqueles que solo necesitan seguir haciéndolo hasta que suene la campana. Luego pueden tomar un breve descanso y reiniciar el temporizador.
Anímelos a ver cuántos problemas pueden completar antes de que suene la campana para que vean que están teniendo éxito. Con el tiempo, el enfoque será más fácil.
6. Corrija a los “tropezaderos”.
Cuando los niños se dan por vencidos, puede ser porque no ven la salida de un desafío. Comience por reconocer su frustración y exprésele que es un sentimiento regular. Intente hacer un ejercicio de respiración o tomar un descanso.
Luego, cuando regresen a la tarea, vea si puede ayudarlos a identificar un pequeño tropiezo que se interponga en su camino.
Por ejemplo: “Parece que estás confundiendo los símbolos de suma y multiplicación”. Una vez que el problema esté claro, practique enfocándose en el tropiezo hasta que lo supere lentamente.
7. Elogie el esfuerzo.
psicólogo de Stanford villancico descubrió que cuando se elogia a los niños por su inteligencia (p. ej., “¡Eres tan inteligente!”), es menos possible que perseveren.
Pero cuando se les elogia por su esfuerzo (p. ej., “¡Trabajaste muy duro en eso! ¡Buen trabajo”), están más motivados y trabajan más duro.
Para estirar la perseverancia, elogie el esfuerzo de su hijo, no sus calificaciones o puntajes. El objetivo es que se sientan impulsados a tener éxito sin motivadores extraños, razón por la cual no me gustan mucho las calcomanías y las estrellas doradas. Investigar encuentra que los reforzadores superficiales en realidad pueden reducir perseverancia de los niños.
8. Proponga declaraciones de “mantenimiento”.
Diálogo interno negativo como “No puedo hacerlo” o “No soy lo suficientemente inteligente” descarrila perserverancia. Ayude a su hijo a elegir un declaración breve y positiva decirse a sí mismos cuando las cosas se ponen difíciles.
Recuérdeles que repitan esa declaración en voz alta varias veces durante unos días hasta que puedan recordar usarla por su cuenta: “Las cosas no tienen que ser perfectas. Mejoraré cada vez más si sigo intentándolo”.
9. Da un paso atrás y deja que ellos lo averigüen.
Una de mis principales reglas de crianza es: Nunca hagas algo por tus hijos que ellos puedan hacer por sí mismos.
Cada vez que corrige los errores de su hijo o hace algo por él, aprende cada vez más a depender de usted. Ahí va la oportunidad de desarrollar la perseverancia.
Una vez que sepa que su hijo puede completar una tarea solo, dé un paso atrás. Permítales abrazar ese sentimiento de logro.
Michele Borba, EdD, es psicóloga educativa, experta en crianza y autora de “Thrivers: Las razones sorprendentes por las que algunos niños luchan y otros brillan” y “UnSelfie: por qué los niños empáticos tienen éxito en nuestro mundo todo sobre mí”. Vive en Palm Springs, California, con su esposo y es madre de tres hijos. Síguela en Gorjeo, Fb y Instagram.
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