Me gustaría poner sobre la mesa un tema de gran importancia hoy en día en cuanto a las buenas prácticas en las cocinas profesionales, que es el correcto uso de los productos alimentarios y la aplicación de hábitos sostenibles en las cocinas profesionales.
Nuestros antepasados ya habían realizado estas prácticas durante muchos años, ya sea por escasez de alimentos o por una economía acquainted limitada. También dieron gran importancia al aprovisionamiento de alimentos. Por ejemplo, en España en todos los hogares period muy común conservar quesos o embutidos en aceite.
Desde muy pequeña he visto como en casa de mis abuelos se aprovechaba absolutamente todo. Si cocinaban un guiso, del mismo plato hacían sopa, croquetas, y las sobras servían para hacer abono o alimento para sus propios animales.
Ese es el concepto principal para entender un uso eficiente de los productos, que hoy en día y por el estilo de vida o circunstancias personales ya no se practica con frecuencia, y por tanto incide en la contaminación, genera más residuos y el coste económico es mayor.
Productos locales y de temporada
Siempre que puedas, cuando vayas a las tiendas locales de tu zona, es bueno preguntar por los productos de temporada y de producción native. Aunque algunos productos pueden ser un poco más caros, su calidad siempre será mucho mejor que la de los grandes supermercados.
Los agricultores locales practican en mayor medida la producción ecológica, con los beneficios que ello conlleva para nuestra salud, para la economía native y para la comunidad de tu zona.
Muchos de sus productos tienen un olor muy explicit y rico, matices que no se encuentran en los de producción extranjera.
Una segunda oportunidad para todos los productos alimentarios
De acuerdo con la Informe del índice de desperdicio de alimentos 2021, publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), 931 millones de toneladas de alimentos acaban en la basura cada año. Esto es inaceptable.
¿Por qué no darle una segunda vida a los alimentos que no vas a utilizar? Por ejemplo, puedes dar las sobras a un negocio native para alimentar a los animales. En mi caso, colaboro con agricultores locales que luego me suministran algunos productos. Esto es lo que en la práctica podemos llamar sostenibilidad. Lo hago a diario. Intento ayudar a las pequeñas empresas de mi zona siempre que puedo.
Como chef profesional trato de aprovechar al máximo todos los productos que tengo, ya sea reinventando los platos o en la mayoría de los casos, con las verduras que ya no voy a usar, las convierto en sopas vegetarianas.
Está bien dar una segunda oportunidad a algunos productos que están llegando al ultimate de su vida útil. Uno de mis principales secretos es la imaginación y la lógica para darle esa segunda vida a los productos y platos, siempre pensando en qué se puede hacer con las sobras, los cortes de verduras o los huesos de la carne. Por ejemplo, si tienes un puñado de cortes de vegetales puedes combinarlos con algunos huesos para hacer un caldo para una salsa.
Todo esto también se puede hacer en casa, en menor escala. Son muchas las recetas e concepts que podemos seguir para aprovechar al máximo los productos y restos de comida.
Otras opciones son el uso de las diferentes APPs que existen en la actualidad para la compra y venta de alimentos sobrantes, o la donación a bancos de alimentos, ayudando así a los más desfavorecidos de tu comunidad.
Reciclar y evitar al máximo los productos ultraprocesados también es algo a tener en cuenta. Es importante minimizar el desperdicio y tratar siempre de preparar una cantidad precisa, sin excesos.
Conclusión
En resumen, creo que hay que dedicar ese tiempo necesario para hacer una compra más sostenible para tu cocina. Es importante adaptar nuestra dieta a los productos locales y de temporada y, sobre todo, tratar de aprovechar al máximo las sobras generadas. Es la única forma en que no solo ayudaremos a nuestra comunidad sino también al Planeta Tierra. Con el consumo de este tipo de productos todos ayudaremos a la economía de nuestra zona que terminará revirtiendo en su propia economía y bienestar.