
CIUDAD DE MÉXICO, 19 sep (IPS) – El gobierno de la Ciudad de México comenzó a probar a bombo y platillo una ruta elevada para buses eléctricos el 11 de septiembre, en una apuesta por promover un transporte más sustentable. La iniciativa forma parte de una incipiente promoción de la electromovilidad en el país, en medio de políticas energéticas pro-combustibles fósiles.
México, un país de unos 129 millones de habitantes, carece de una estrategia nacional de transporte por carretera, considerada very important para la reducción de emisiones contaminantes y para el camino hacia una economía baja en carbono, lo que restringe la adopción de políticas.
Expertos consultados por IPS destacaron las limitaciones de las medidas introducidas en materia de transporte por carretera.
“La movilidad eléctrica aún no está muy desarrollada, tanto en facilidades para adquirir vehículos como en infraestructura. No avanzamos tan rápido como otras ciudades latinoamericanas. Faltan proyectos de punta”, dijo Bernardo Baranda, director para América Latina de la no gubernamental Instituto de Políticas de Transporte y Desarrollocon sede en Ciudad de México, dijo a IPS.
Ciudad de México, hogar de más de 20 millones de personas cuando se incluyen sus suburbios, busca impulsar el transporte público eléctrico con la nueva ruta de una vía elevada exclusiva para autobuses. También está impulsando otras iniciativas, como la conversión de autobuses de diésel a eléctricos, anunciada en julio.
Solo otras dos ciudades importantes del país, la ciudad occidental de Guadalajara y la ciudad norteña de Monterrey, cuentan con autobuses eléctricos de transporte público.
En la región latinoamericana, capitales como Bogotá, Montevideo y Santiago de Chile cuentan con grandes flotas de transporte público eléctrico y países como Chile, Costa Rica, Panamá y Uruguay ya cuentan con planes sectoriales en la región.
El parque vehicular mexicano supera los 53 millones de unidades y ha ido en constante crecimiento desde el año 2000, según cifras de la Instituto Nacional de Geografía y Estadística.
Las ventas de coches eléctricos e híbridos van en aumento: en 2016, los concesionarios vendieron 254 unidades eléctricas, frente a las 1.703 del primer semestre de este año.
Los híbridos autorecargables que no necesitan ser enchufados (usan sus motores de gasolina para cargar las baterías) han sido los más populares, con un número comprado que subió de 7,490 en 2016 a 19,060 en la primera mitad de 2022. Ventas de enchufe -en vehículos pasó de 521 a 2.263 en ese mismo período.
Desde 2018, el gobierno Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha realizado al menos dos licitaciones para la instalación de las llamadas electrolineras, estaciones de carga, en el país, donde ya operan más de 2.000 puntos. Pero no todos están funcionando, constató IPS en un recorrido por varias zonas de la capital mexicana.
Sea como fuere, el plan del Gobierno para desplegar esta infraestructura no ha sido suficiente para impulsar la compra de vehículos eléctricos.

Gustavo Jiménez, director de la consultora Grupo E-mobilitasreconoció el “lento avance” en el despliegue de transporte público, flotas de taxis y empresas de reparto, así como en proyectos de montaje de vehículos.
“Durante los últimos dos años no ha habido aranceles de exportación e importación de vehículos eléctricos, lo que cut back el costo en un 20 por ciento. También hay una reducción en el impuesto al valor agregado. Pero el progreso no ha sido tan rápido como nos gustaría. complicado cargar tu vehículo mientras conduces por el país”, dijo a IPS.
los Estrategia Nacional de Movilidad Eléctricaque el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador congeló cuando asumió el cargo en diciembre de 2018, creó un marco integral y esquemas de incentivos para los vehículos eléctricos.
Además, el precise Gobierno, calificado de “procombustibles fósiles” por ambientalistas críticos con su defensa de los hidrocarburos, mantiene niveles récord de subsidios a las gasolinas, que superarán los 15.000 millones de dólares en 2022, según estimaciones oficiales.
La segunda economía más grande de América Latina es el duodécimo productor de petróleo y el decimoséptimo productor de fuel del mundo. En cuanto a reservas probadas de crudo, ocupa el puesto 20 y 41, según datos de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), en una industria protegida por López Obrador pese a los compromisos climáticos del país.
Entre las medidas de la Estrategia estancada estaban la instalación de infraestructura de carga en calles y viviendas, la introducción de placas verdes y la exención de impuestos de importación y exportación para vehículos eléctricos.
Durante el 2da Reunión Anual del Diálogo Económico de Alto Nivel México-Estados Unidoscelebrada en la Ciudad de México el 12 de septiembre, Estados Unidos invitó a su vecino y socio comercial a participar en una cadena de suministro integrada de vehículos eléctricos, eslabón esencial en el programa económico-ambiental implementado por el gobierno estadounidense.
humo blanco
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) enumera 10 proyectos de electromovilidad en la región, uno de los cuales implica la fabricación y venta de vehículos eléctricos de tres ruedas en Mexico.
Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, junto con tres ciudades colombianas y cinco ciudades brasileñas, también participan en el Misión del autobús eléctrico TUMI proyecto, destinado a apoyar a 500 ciudades para 2025 en su transición al despliegue de 100.000 autobuses eléctricos en complete.
Financiado por la cooperación económica alemana y seis organismos internacionales, el proyecto forma parte del Iniciativa de Movilidad Urbana Transformadora (TUMI).
La descarbonización del transporte es basic para la lucha contra la disaster climática international. En México, las emisiones de CO2 de ese segmento totalizaron 148 millones de toneladas en 2019, equivalentes al 20 por ciento del complete, según el estatal Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (Inecc).

Estimaciones de la Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales calculó las emisiones del ciclo de vida (desde la extracción de flamable hasta la combustión en el motor) en 358 gramos de CO2 por kilómetro para vehículos que queman gasolina, 166 para automóviles híbridos (que usan flamable y electricidad) y 77 para usuarios de energía photo voltaic.
El estudio “Estimación de costos y beneficios asociados a la implementación de acciones de mitigación para cumplir con las metas de reducción de emisiones asumidas bajo el Acuerdo de París”presentado el 13 de septiembre por el Inecc, indica que seis políticas sectoriales contribuirían con una mitigación de 36,5 millones de toneladas al 2030.
También detalla 35 acciones de reducción de emisiones con las que el país obtendría beneficios totales por 295 mil millones de dólares.
En el caso de la electromovilidad, el costo promedio de abatimiento de la contaminación asciende a 500 dólares por tonelada, con una inversión cercana a los 5.900 millones de dólares, beneficios brutos de 3.100 millones de dólares y una reducción de 600.000 toneladas de CO2.
Al reemplazar los buses diésel por buses eléctricos, el costo promedio sumaría 152.90 dólares por tonelada de CO2. Los beneficios del ahorro de flamable ascenderían a 3.200 millones de dólares.
Para 2030, los recortes de emisiones contribuirían con un millón de toneladas, pero este potencial aumentaría a medida que la generación de energía doméstica incorpore más energía limpia.
La CFE estima que para el 2041 estarán circulando en el país unos 700.000 vehículos eléctricos y requerirán 40.000 estaciones de carga, lo que también significa fortalecer el sistema eléctrico nacional.
En noviembre pasado, durante la cumbre climática de Glasgow, México adoptó una meta voluntaria vender solo autos no contaminantes para 2035.
Sin embargo, al mismo tiempo, el gobierno mexicano ha dispuesto la legalización de los coches usados procedentes del extranjero en 2021, lo que los expertos ven como un paso negativo en la lucha contra la contaminación.
Baranda, experto en transporte, dijo que los subsidios a la gasolina, la promoción de los combustibles fósiles y la falta de transición energética son barreras para la electromovilidad.
“Se necesitan políticas públicas, a nivel federal y estatal, como incentivos e infraestructura. Muchos países lo están haciendo. México no va camino de cumplir compromisos internacionales. Es una buena oportunidad para invertir en transporte eléctrico”, dijo. dijo.
Por su parte, Jiménez cuestionó la precise política energética, que incide en la movilidad sostenible.
“No hay incentivos claros para el transporte público, se requieren subsidios importantes. No hay tanta infraestructura, no hay regulación de cargadores, no hay medidas para la circulación de autos eléctricos. Falta un marco habilitante coherente y un programa nacional para promover los vehículos eléctricos. México no tiene una coordinación a nivel nacional”, se quejó.
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