Foto: Los dolientes rinden homenaje a los bomberos que murieron respondiendo al catastrófico incendio. Crédito – @PresidenciaCuba
El 5 de agosto, la caída de un rayo y la falla del protector contra sobrevoltajes causaron un incendio masivo en la Base Petrolera de Superpetroleros en Matanzas, Cuba. El fuego explotó primero en un tanque y luego se extendió a tres tanques de almacenamiento de petróleo adicionales. Mientras los bomberos de Cuba, México y Venezuela luchaban para sofocar el desastre en el transcurso de cinco días, el incendio cobró tres vidas con 117 heridos y 4.000 personas evacuadas.
Trágicamente, 14 bomberos murieron en el incendio sin precedentes. El pueblo cubano llora su sacrificio, con el presidente Miguel Díaz-Canel declarando dos días de luto oficial. Luego de las honras fúnebres, los bomberos mártires serán sepultados en el Panteón de los Caídos en Defensa, sito en Matanzas.
Este es un desastre de enorme trascendencia para el pueblo cubano. La trágica pérdida de vidas y lesiones se suma a la pérdida del preciado petróleo y la destrucción de su mayor puerto de atraque y procesamiento. Las largas filas resultantes de la escasez de flamable y los apagones prolongados de 12 a 18 horas han agravado el sufrimiento. El incendio quemó el 40% de los recursos petroleros de Cuba almacenados en la terminal de Matanzas.
Se plantean desafíos adicionales frente a las luchas en curso en el sector económico y energético de Cuba bajo los impactos estranguladores del bloqueo impuesto por los Estados Unidos durante 60 años. Los efectos del bloqueo son evidentes en cada detalle: Cuba no puede importar lo que necesita para mantener en buen estado la infraestructura y los equipos. Este evento podría provocar una disaster humanitaria y un sufrimiento aún mayor para el pueblo cubano.
Cuba no está sola
Mientras que el gobierno de EE. UU. habló de boquilla y simplemente ofreció “asistencia técnica” a través de llamadas telefónicas, otras naciones han intervenido con solidaridad y apoyo. Inmediatamente arribaron equipos de bomberos mexicanos y venezolanos con equipos de extinción de incendios para luchar codo con codo con sus homólogos cubanos. Irán también ayudó a extinguir el fuego. República Dominicana entregó 40 toneladas de ayuda médica.
Rusia respondió desplegando el petrolero más grande del mundo para traer 700.000 barriles de crudo al país. Valorado en 70 millones de dólares, equivale a la mitad de lo que Cuba perdió en el desastre. Para descargar el petróleo de este petrolero, junto con otros dos enviados por Venezuela, los cubanos tendrán que enviar embarcaciones más pequeñas a mar abierto para descargar. Harán uso de instalaciones flotantes de almacenamiento, obligados a correr el riesgo de derrames y tardarán días adicionales en llevar el flamable a la costa.
En una importante oferta, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se comprometió el miércoles a ayudar a reconstruir la terminal dañada. “Cuba sabe que puede contar con nuestro apoyo científico, técnico, ingenieril y obrero”, dijo, asegurando a Cuba que siempre contará con “el apoyo de los pueblos del mundo y de los pueblos compasivos, valientes y humanos”. gobiernos centrados”.
Estados Unidos apunta a la energía de Cuba
La energía es crítica para que cualquier nación satisfaga las necesidades de su gente. Y es precisamente por eso que el gobierno de Estados Unidos ha cortado el suministro de petróleo a Cuba.
“Como cuestión de política, desde 2019, Estados Unidos ha estado tratando de impedir que Cuba reciba flamable de cualquier país”, dijo Carlos Fernández de Cossío, viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, en un discurso el 29 de julio ante activistas estadounidenses en La Habana. “Entonces castiga, sanciona o amenaza con sanciones a las navieras, puertos, refinerías, exportadoras de petróleo, que van a embarcar petróleo a Cuba. Y necesitamos petróleo para nuestra vida diaria,…para el aire acondicionado, para refrigerar nuestros alimentos, para los hospitales, para nuestras escuelas, para la industria.
“Necesitamos electricidad para el movimiento. Necesitamos flamable. Y, sin embargo, el gobierno de Estados Unidos decidió en 2019 privar a Cuba de la disponibilidad de flamable”. En 2019, el gobierno de los EE. UU. del presidente Trump amenazó con sancionar a los barcos que transportan petróleo de Venezuela a Cuba.
Antes del incendio, Cuba ya se vio obligada a programar cortes en todas las zonas para conservar energía durante el calor abrasador del verano y disminuir la tensión en las plantas eléctricas envejecidas del país. Los apagones necesarios causan penurias, ralentizan la producción y dificultan la recuperación económica. Sin embargo, a pesar del envejecimiento de su infraestructura, Cuba está empleando energía creativa e innovaciones en la gestión de recursos que le han permitido mantener su economía.
Estados Unidos debe actuar ahora para revertir la escandalosa inclusión de Cuba en su lista oficial de “estados patrocinadores del terrorismo”. Debe comenzar a normalizar las relaciones diplomáticas y poner fin al bloqueo. Es Cuba la víctima del terrorismo patrocinado por Estados Unidos. Mientras tanto, organizaciones solidarias estadounidenses, incluidas IFCO/Pastors for Peace, Puentes de Amor, El Proyecto HatueyANSWER Coalition y Code Pink están recaudando donaciones para entregar suministros humanitarios que tratarán a las víctimas de quemaduras: antibióticos, gasas, ungüentos, gotas intravenosas, solución salina y más.
Debemos seguir siendo solidarios con Cuba durante esta trágica disaster.