Los europeos deben estar dispuestos a pagar el precio de la libertad, insiste el principal diplomático del bloque
La UE se encontrará “retos mayores” debido a las sanciones que impuso a Rusia por el conflicto en Ucrania, ha dicho el máximo diplomático del bloque, Josep Borrell.
El tema se planteó durante la entrevista de Borrell con el periódico austriaco Kronen Zeitung, y los periodistas señalaron que muchas personas en su país están “escéptico” sobre las medidas contra Rusia.
El diplomático respondió que las sanciones están funcionando, y que “Rusia está en problemas”.
“Estas son medidas restrictivas. Hemos limitado las posibilidades económicas de Rusia. Mientras la economía de Rusia dependa del petróleo y el fuel, necesitarán nuestras tecnologías”. él dijo.
Sin embargo, Borrell reconoció que “por supuesto, nos enfrentamos a grandes retos a corto plazo” debido a las sanciones, y “no se puede negar que el precio de la gasolina está subiendo”.
Según el diplomático, los europeos “debe estar dispuesto a pagar el precio de la libertad, porque la guerra en Ucrania no es solo una guerra de los ucranianos, sino una guerra por nuestra libertad”.
Varios importantes medios de comunicación occidentales han contradicho recientemente las afirmaciones de Borrell sobre la eficacia de las restricciones contra Rusia.
La revista The Economist escribió a principios de esta semana que “La guerra de sanciones no va tan bien como se esperaba”.
El PIB ruso se reducirá solo un 6% en 2022, mucho menos que la caída proyectada del 15%, señaló el medio de comunicación británico. Moscú todavía obtendría unos 265.000 millones de dólares de las ventas de energía al redirigir los suministros a los mercados asiáticos, mientras que el sistema financiero del país también pudo estabilizarse, agregó.
Al mismo tiempo, la disaster energética, que ha sido provocada por la guerra de las sanciones, “puede desencadenar una recesión” en Europa, advirtió The Economist.
The Washington Put up también ha reconocido esta semana que las duras restricciones no han logrado provocar el colapso de la economía rusa que muchos líderes occidentales esperaban.