Cubano Kevin Kindelan, de ocho años, un torpe campocorto de una liga juvenil de Centro Habana béisbol equipo, y su compañero y primera base Leoni Venego, siete, ambos sueñan con el estrellato.
Kindelan cube que quiere jugar para Cubadel membership nacional de béisbol, pero Venego, recuperando la compostura después de un gran swing y un error durante una sesión de práctica reciente, admite que ha puesto su mirada en un premio mayor.
“Quiero llegar a las Grandes Ligas y ser como Yuli Gurriel”, dijo, refiriéndose a un estelar primera base cubano de los Astros de Houston, un equipo de béisbol de Estados Unidos, rival de Cuba desde hace mucho tiempo en el norte. .
El beisbolista Kevin Kindelan, de ocho años, practica con su padre en la azotea de su casa en La Habana
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Kevin juega con amigos en un terreno baldío en La Habana
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El éxito en el béisbol, el pasatiempo nacional de Cuba y una de las actividades favoritas del exlíder cubano Fidel Castro, se mide cada vez más más allá de sus fronteras. Eso refleja un éxodo más amplio de cubanos de la estancada isla gobernada por comunistas atormentada por la disaster social y económica.
La economía de Cuba se contrajo un 11 por ciento en 2020 y solo ha subido desde entonces, según muestran las cifras oficiales, plagada por la pandemia y estrangulada aún más por el embargo de la period de la Guerra Fría de Estados Unidos. Las largas colas para obtener alimentos, medicinas y flamable son la norma, lo que ha provocado un éxodo casi sin precedentes de más de 157.000 cubanos a Estados Unidos desde octubre, según la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.
“En los últimos seis años también se ha triplicado el número de beisbolistas que han salido del país en comparación con la década entre 2000 y 2010”, dijo Francis Romero, un experto en béisbol cubano y autor de libros que vive en Florida. “Ninguna liga de béisbol… podría sobrevivir a eso”.
Kevin es vestido por su padre antes de una lección de béisbol.
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Niños juegan béisbol en La Habana
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Y muchos jugadores jóvenes ya no están tan motivados por la ideología comunista o el amor a la patria, dijo Romero, una fuerza que durante décadas ayudó a impulsar a los cubanos a grandes logros, incluidas medallas de oro en béisbol en Barcelona en 1992, Atlanta en 1996 y Atenas en 2004.
“Los jugadores alguna vez esperaron mucho tiempo para emigrar, para probarse a sí mismos. Ahora se van a los 16 o 17 años”, dijo.
“Muchos de los jugadores cubanos ya no están alineados con la ideología o la política del gobierno”.
Un niño mira un partido de béisbol entre Industriales y Artemisa en el Estadio Latinoamericano de La Habana.
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Un adolescente juega béisbol en un parque de La Habana
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En el campo de béisbol de Ponton en el centro de La Habana, con su infield fangoso y sus líneas de foul cubiertas de maleza, algunos de los jugadores más jóvenes de Cuba entrenan, haciendo sus primeros swings emocionados, jugando a atrapar y golpeando las manos.
Pero nadie, ni siquiera estos niños, escapa al impacto de la abrumadora disaster económica de Cuba, o al atractivo de la migración, cube el entrenador juvenil Irakly Chirino, exjugador de la liga nacional de Cuba que comenzó su carrera en Ponton.
“Aquí no tenemos guantes, bates, zapatos, ni siquiera pelotas para jugar… y cuando las tenemos, son demasiado caras”, dijo Chirino a Reuters al margen de una práctica a fines de la primavera.
David Mena, miembro del equipo de béisbol Industriales, practica antes de un partido en el Estadio Latinoamericano
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Los simpatizantes del equipo de béisbol Industriales reaccionan durante un partido contra Artemisa
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La falta de suministros ha llevado a los alguna vez ávidos jugadores de pelota al fútbol, el deporte menos intensivo en equipo, el favorito en otras partes de América Latina, o a soñar con jugar en el extranjero desde una edad más temprana, dijo Chirino.
“No nos engañemos… estamos perdiendo a nuestros mejores peloteros antes de que lleguen a la serie nacional”, dijo.
Esa es una realidad agridulce para el entrenador Nicolás Reyes, quien ha visto a más de una docena de sus ex alumnos firmar contratos en ligas fuera de Cuba.
“Comenzaron conmigo y ahora están en las Grandes Ligas. Me enorgullece”, dijo.
Un niño mira un partido de béisbol entre Industriales y Artemisa
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Un aficionado al béisbol fuma un cigarro durante el partido
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Pero reconoce que el atractivo de la fama y la fortuna supera cada vez más al amor por la patria.
“Cuando yo jugaba, no period así. Nunca traicionarías a tu país”.
Juan Reinaldo Pérez, presidente de la Federación Cubana de Béisbol, dijo que la continua fuente de talento, incluidos los que salen de Cuba, aún alimenta la esperanza para el futuro del béisbol cubano.
“Somos un país con tradición beisbolera y eso sigue creciendo”, dijo.
Niños del equipo de béisbol de Centro Habana se preparan para chocar los cinco con el equipo de Campeones después de un partido en La Habana
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Los niños chocan los cinco después del partido
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Los recursos limitados de Cuba, cube, ahora se enfocan en evitar que los peloteros en ciernes se vayan.
En mayo, la federación cubana firmó un acuerdo con la Confederación Mundial de Béisbol Softbol que formaliza el derecho de los cubanos a contratar ligas profesionales de todo el mundo, sin necesidad de abandonar su hogar o nacionalidad.
Un acuerdo related, firmado con Main League Baseball en los Estados Unidos en 2018, habría otorgado a los cubanos el mismo derecho. Eliminado por el entonces presidente Donald Trump antes de que pudiera implementarse, muchos cubanos con aspiraciones de grandes ligas sintieron que no tenían más remedio que irse.
Que la falta de un acuerdo de este tipo sigue siendo un obstáculo importante para mantener el talento en casa, dijo Guillermo Carmona, gerente del equipo Industriales de Cuba.
“Sin duda, [that deal] fue una gran motivacion [for our players]”, dijo Carmona. “Ahora, muchos nos han dejado”.
Reuters