El prisionero político Andy Boza Padrón, de 26 años de edad, se encuentra injustamente encarcelado en la prisión de máximo rigor de Valle Grande, tras las manifestaciones pacíficas del 11J de 2021 en Cuba. Según su madre, Maydelín Padrón Fernández, el joven es torturado continuamente por los esbirros castristas.
Boza Padrón en San Miguel del Padrón y trasladado a la Oncena Unidad de Policía de ese municipio. Varios días más tarde fue transferido a Ivanov, la prisión de jóvenes del municipio Cotorro, donde lo mantuvieron durante más de un mes.
Posteriormente, fue trasladado a la cárcel Jóvenes de Occidente, allí estuvo alrededor de seis meses. Por último, lo llevaron para donde se encuentra actualmente: la prisión de Valle Grande.
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En llamada telefónica para el medio independiente CubaNet, su progenitora enumeró las múltiples vejaciones, ofensas, humillaciones y torturas físicas perpetradas contra el joven desde su detención y el inicio de su encierro; así como una serie de injurias y ataques a su reputación por parte de funcionarios públicos a cargo del caso.
En primer lugar, al llegar a Ivanov fue sometido a lo que llamó como una “cordillera” humana: un túnel de soldados de Tropas Especiales que apaleaban a los prisioneros al pasar entre ellos. Esta tortura continuó jornada tras jornada, a cualquier hora del día o de la madrugada, hasta que le partieron un brazo a uno de los manifestantes.
Tras esto, según denunció Maydelín Padrón Fernández, a los familiares de los presos políticos por el 11J no se les permitió hablar con ellos hasta una semana después de esas golpizas y únicamente durante un minuto.
Como si fuera poco, tampoco pudieron verlos hasta otra semana después, en una breve visita vigilada de 15 minutos, en la cual no se les permitió abrazarlos, probablemente para que al tocarlos no advirtieran los dolores y magulladuras de los prisioneros.
Injusto encarcelamiento del manifestante del 11J
En un juicio amañado celebrado a inicios de agosto de 2022, Andy Boza Padrón fue condenado a nueve años de privación de libertad por el 11J, acusado de los supuestos delitos de desacato, instigación a delinquir, atentado y desorden público.
El joven de 26 años padece de escoliosis y tiene una hernia en un testículo. Ha sufrido fuertes dolores en la prisión, al punto de necesitar una intervención quirúrgica, sin embargo no confía en el private a cargo.
Redacción Cubanos por el Mundo
