En Cuba, durante mucho tiempo, entendiendo “largo” por el sentido literal de la palabra, las pequeñas y medianas empresas quedaron congeladas en el tiempo. Ese modelo económico que empezó a gestarse a principios de los años 60, consolidó la thought, a finales de esos mismos años 60, de que el desarrollo basado en un modelo económico socialista no tenía como necesidad promover la existencia de otras formas. de propiedad y tipos de empresas que no lo eran, de propiedad estatal y la empresa estatal socialista.1 Muy rápido se entendió que no period posible, pero ha costado todo este tiempo convertir esa certeza en hechos.
Diez años después de la “ofensiva revolucionaria” se promulgó un decreto ley que abrió un espacio mínimo al “no estatal” en la figura del trabajo por cuenta propia. El “camino de la cruz” de auto-empleo y “trabajadores por cuenta propia” ha sido más que bien documentado en muchos artículos, algunos de ellos académicos y otros no, pero la mayoría coincide en que period necesaria una concepción y una política pública (o varias políticas públicas), que permitir el despliegue, en beneficio de los ciudadanos del país, de las potencialidades que, viendo las carencias de nuestra economía —por cierto, no nacieron con la pandemia—, el sector podría desplegar.
A fines de la primera década del siglo XXI y debido a algunas concepts expresadas en varios discursos del entonces presidente del país, Basic de Ejército Raúl Castro, existía cierta esperanza de que en un futuro cercano se produjeran cambios que abrieran un espacio formal y sobre todo authorized para las pequeñas empresas. Pero solo sucedió a mitad de camino, y hubo que esperar hasta 2021 para la lista positiva de actividades por cuenta propia a ampliar. Otros documentos esperanzadores fueron las Directrices (2011, 2017), el Conceptualización, el Plan de Desarrollo 2030 (2021). Puntos centrales estratégicos, y el 2019 Constitución de la República. Todos estos documentos fueron despejando la maraña de zarzas y espinos que encerraba a este sector, que ya se reconocía como una necesidad de la dinámica de la economía nacional.
Recién en el verano de 2021 —doce años después de que Raúl expresara esas concepts— fue el decreto ley promulgado que dio espacio authorized a las MIPYMES, convirtió a muchas pequeñas y medianas empresas en “personas jurídicas” y materializó lo que refrendaba la nueva Constitución de la República, el reconocimiento de la propiedad privada, quizás la más controvertida de toda la polémica, la más resistida de toda la resistencia.
ARTÍCULO 22. Se reconocen las siguientes formas de propiedad:
- a) socialista de todo el pueblo: en el que el Estado actúa en su nombre y beneficio como propietario.
- b) cooperativa: la basada en el trabajo colectivo de sus socios propietarios y en el ejercicio efectivo de los principios del cooperativismo.
- c) de las organizaciones políticas, de masas y sociales: la ejercida por estos sujetos sobre los bienes destinados al cumplimiento de sus fines.
- d) privado: el ejercido sobre determinados medios de producción por personas naturales o jurídicas cubanas o extranjeras; con un papel complementario en la economía.
- e) conjunta: formada por la combinación de dos o más formas de propiedad.
- f) de las instituciones y formas asociativas: la ejercida por estos sujetos sobre su patrimonio para el cumplimiento de fines no lucrativos.
- g) private: la que se ejerce sobre bienes que, sin constituir medios de producción, contribuyen a satisfacer las necesidades materiales y espirituales de su titular.
Todas las formas de propiedad de los medios de producción interactúan en condiciones similares; el estado regula y controla cómo contribuyen al desarrollo económico y social.
La ley regula lo relacionado con el ejercicio y alcance de las formas de propiedad.
Constitución de la República de Cuba pág. 3
Su número, que duplica el número de empresas estatales que actualmente “funcionan”, es quizás lo primero que ha motivado preguntas como las que abren este artículo. Ciertamente, en términos de número de empresas, son alrededor del 70% de todas las empresas del país. ¿Son realmente muchos? Yo diría que en cuanto a las necesidades de la economía nacional, es muy difícil saber si las que existen hoy son todo lo que se necesita. En mi opinión, se necesitan muchos más, porque los espacios vacíos que las empresas estatales no pueden cubrir o cubren mal son sobreabundantes y se ven todos los días, desde cafeterías vacías y sin productos que siguen pagando costos fijos y salarios, incluso importantes Industrias productivas que no tienen forma de “reiniciar”, por falta de algún insumo o alguna parte.

*Subtítulo:
Empresas
Companías comerciales
Cooperativas
Unidades Presupuestadas
mipymes
Fuente: UNA I
Es cierto que son el 70% de todos los emprendimientos del país, es cierto que hoy ya generan empleo directo para cerca de una 100 000 personas, es innegable que de esos negocios y esos empleos dependen muchas familias cubanas. No creo que se pueda calcular bien todavía su peso en la estructura del producto nacional, pero sea lo que sea, lo cierto es que hoy son los actores más dinámicos de nuestro sistema empresarial.
También es cierto que todos los que han emprendido el camino de las MIPYMES han apostado por Cuba, por desarrollar sus capacidades aquí, en nuestro país, por invertir sus recursos aquí, en nuestra economía —o los del primo que está “en el exterior”—. — , de crear aquí, en esta tierra, bienes y servicios para una población necesitada de ver crecer la oferta, de correr el riesgo de vincularse, asociarse, armar modelos de negocios con empresas estatales, algunas de ellas en una situación muy comprometida situación. Todos han podido sobrevivir en el limbo y superar el escepticismo de muchos otros y la corrupción de muchos. Todos han optado por crear riqueza en Cuba, si bien es cierto que eso también significa que se apropian de buena parte de ella, lo cual no solo es lógico, sino necesario para la existencia misma del “negocio”. ¿O es preferible que salgan del país y pongan su esfuerzo empresarial en otras economías y creen riqueza para esas otras economías? ¿Qué cuesta más para nuestro país?
¿Y dónde está el estado? Desde mi perspectiva, el Estado sigue siendo para los medios de producción fundamentales, entendido como se outline en la primera versión de la Conceptualización, “el carácter elementary de un medio de producción radica en su papel estratégico en el desarrollo económico y social, la vitalidad, la sostenibilidad de la país y seguridad nacional. ¿Son todas estas 1.867 empresas estatales y todas sus correspondientes UEB y “establecimientos” estratégicas para el desarrollo económico y social, para la vitalidad, sostenibilidad y seguridad del país? Y los más de 500 con pérdidas sostenidas, ¿contribuyen a la sostenibilidad oa la insostenibilidad?
En 2021, el presupuesto del Estado cerró con un alto déficit fiscal, ascendiendo a 63.696.700.000 pesos. El sector empresarial demandó más de 16 mil millones a las arcas públicas, asociado al impacto de la OT. Algo necesario, pero insostenible en aras de recuperar el urgente equilibrio macroeconómico.
El año pasado, 504 empresas cerraron sus operaciones con pérdidas, de estas 320 tenían utilidades previstas por 3.770 millones de pesos. Una parte de ese monto dejó de distribuirse a los trabajadores y afectó al erario público en aproximadamente 1.943 millones de pesos.
Para el año en curso, el subsidio por pérdida comercial es cero. Sin embargo, el presupuesto del Estado prevé una reserva de 3 mil millones de pesos con miras a apoyar el sistema empresarial. De ese whole, 1.000 millones serán destinados al rescate de la marchita Agroindustria Azucarera. El resto financiará pérdidas justificadas y, en ningún caso, respaldará deudas por gestión insuficiente, hurto y desvío de recursos.
De acuerdo con esta información, una cuarta parte del déficit fiscal de 2021 debía trasladarse a quienes son quienes deben generar riqueza para todos. Esos 16 mil millones representan el 31% del presupuesto ejecutado en educación y el 20% del ejecutado en salud pública. ¿Cuántas escuelas más y cuántas habitaciones de hospital se podrían haber reparado con ese dinero, si se hubiera usado bien? ¿Cuánto se podría haber mejorado el salario de los maestros de primaria? Qué paradoja de distribución de la riqueza.
Pero lo cierto es que tenemos un nuevo marco authorized, que se basa en la Constitución de la República y en documentos aprobados por el Partido Comunista de Cuba, es decir, hay un respaldo tanto constitucional como político para el desarrollo, el crecimiento y el cambio cualitativo. de las MIPYMES. Sin duda, hay una necesidad de mejorar la coherencia de las políticas públicas con este propósito, es necesario cambiar y hacerlo ya, sobre todo en nuestro sistema tributario que arrastra una concepción que respondía a otras realidades.
De hecho, la creación de empresas mixtas entre nacionales —empresas estatales y MIPYMES— ya es una posibilidad a punto de convertirse en realidad. Algo nuevo que viene a llenar un espacio que antes solo ocupaban empresas extranjeras.
Hace 30 años, apenas comenzando lo que eufemísticamente llamamos el “Período Especial”, Fidel explicado sus concepts sobre la relación con el capital extranjero:
“Estamos analizando todas las formas de colaboración con capital extranjero en muchos campos. Hay que aplicar un principio: si tenemos fábricas, tenemos mano de obra y no tenemos materia prima, tenemos que hacer que esa fábrica produzca. Lo peor es que las fábricas no están funcionando.. Si aparece un socio y nos cube: ‘Oye, yo te doy la materia prima y entre los dos comercializamos el producto y yo cobro mi materia prima y gano’, nosotros inmediatamente manifestar nuestra voluntad de realizar los acuerdos pertinentes.”
Tres décadas después nuestra realidad ha cambiado y, en lo económico, no precisamente para mejor. Una parte de nuestro sistema productivo está en peores condiciones tecnológicas y financieras, los flujos de inversión extranjera directa (IED) siguen estando lejos de lo que necesitamos, el turismo, que fue decisivo en la recuperación en los años 90, hoy es un producto maduro y su post-COVID-19 indicadores están por debajo de los de la región del Caribe, la deuda externa renació, un ola migratoria que está desangrando al país y comprometiendo el futuro se ha convertido en algo cotidiano, la “post-reorganización” ha resultado en una disfuncionalidad difícil de manejar y, sobre todo, una administración demócrata en Estados Unidos compite con su antecesora republicana en que nunca -logró el objetivo secular de convertirnos en su patio trasero.
Pero también hay otras realidades. Hoy no hace falta esperar al socio extranjero, si llega será bienvenido, y sobre todo si consigue concretar algún proyecto. Hoy hay unos cientos de socios potenciales, todos cubanos, quizás con mucho menos capital, es cierto, pero no por ello menos necesarios.
No basta con exhortar a unos y otros. Se necesitan políticas públicas que impulsen estas nuevas alianzas, que faciliten esta colaboración con el mismo carácter inmediato, procedimientos que la hagan casi expedita, donde evitemos las contradicciones que aún subsisten en las que regulan los negocios con IED.
Pero también es necesario que “los perseguidores de cualquier nacimiento” y los adoradores del statu quo entiendan que para avanzar hay que mutar.
Nota:
1 Es cierto que en la agricultura y en un pequeño sector del transporte hubo sobrevivientes de lo “no estatal”, siempre con un altísimo grado de subordinación a los organismos estatales que dirigían la actividad.
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Nota del autor: Aprovecho esta Columna para empatizar con quienes han sufrido los estragos del huracán Ian. En especial con la gente de Pinar del Río, que se llevó la peor parte, y agradecer a todas las personas que están ayudando en la recuperación.