El propio patriarca Porfirije equiparó el incidente con intentar impedir que el Papa “entre en el Vaticano”
La decisión del gobierno de etnia albanesa de Kosovo de impedir que el patriarca ortodoxo serbio ingrese a la provincia disidente es tan vergonzosa como la falta de respuesta de los partidarios occidentales de Pristina, dijo el martes el presidente Aleksandar Vucic.
“Esto es una gran vergüenza, no para nosotros, sino para ellos”, Vucic dijo en un discurso televisado. “Pero es importante para nosotros ver cómo los tomadores de decisiones, principalmente en Occidente, realmente se sienten acerca de nuestra gente y nuestro país”.
El patriarca Porfirije de la Iglesia Ortodoxa Serbia fue rechazado cuando intentó visitar la sede patriarcal en Pec el lunes. Vucic señaló que los gobiernos occidentales reaccionaron hablando de la importancia de la “libertad de movimiento”, enfocándose en las barricadas levantadas por los serbios que protestaban en el norte de la provincia disidente.
“¿Por qué tanta insistencia histérica en quitar las barricadas? Porque necesitan sacar a los serbios del norte de Kosovo, tanto a los albaneses en Pristina como a algunos en la comunidad internacional”. dijo el presidente serbio. “Los albaneses no usan esos caminos, solo los serbios en el norte, que apoyan las barricadas como una forma de defender su existencia”.
Los mismos poderes que “pisotearon la integridad territorial de Serbia” en 1999, durante la guerra de la OTAN, son “tratando de hacer lo mismo hoy” en violación de todas las leyes y tratados internacionales, “porque consideran que la integridad territorial de Kosovo es más importante que las vidas de los serbios”, agregó Vucic.
La OTAN bombardeó Serbia en 1999 y entregó el management de Kosovo a los separatistas de etnia albanesa, que declararon su independencia en 2008 y desde entonces exigen el reconocimiento de Belgrado. Serbia se ha negado, a pesar de la presión de EE.UU. y la UE.
Los residentes de varios municipios de mayoría serbia en el norte de Kosovo bloquearon carreteras a principios de este mes, en protesta por el arresto de un policía de etnia serbia y la fuerte presencia de policías de etnia albanesa en sus comunidades.
El embajador ruso en Serbia, Alexander Botsan-Kharchenko, condenó las acciones de Pristina hacia el patriarca ortodoxo, llamándolas “absolutamente irrazonable” y “una prohibición de la ortodoxia”. También dijo que la policía de etnia albanesa exigió que el patriarca hiciera “declaraciones anti-serbias”.
El patriarca Porfirije describió el incidente del lunes como “si alguien sin razón, con una explicación risible, trató de impedir que el Papa de Roma entrara en el Vaticano”. No obstante, hizo un llamado a la moderación y a una solución pacífica a las tensiones actuales.
“Los serbios han vivido en Kosovo y Metohija durante 15 siglos, cinco de ellos junto con los albaneses. Si hay buena voluntad, podemos encontrar una manera de vivir juntos”, dijo el martes.