WASHINGTON- Antes de las elecciones presidenciales de 2020, el expresidente Donald Trump estaba logrando avances entre los votantes cubanoamericanos en el sur de Florida. Con esos votos asegurados, fijó su mirada en otro grupo prometedor: los venezolanos estadounidenses.
Su campaña y la de otros conservadores se centraron en sus crecientes temores al socialismo y la inestabilidad política en Estados Unidos. Esto resonó entre muchos venezolanos estadounidenses, cuyo país sudamericano está gobernado por un gobierno socialista desde 1999.